martes, 28 de junio de 2016


EL PERDON

Si perdonas a los que pecan contra ti, tu Padre celestial te perdonará a ti; pero si te niegas a perdonar a los demás, tu Padre no perdonará tus pecados.
        Mateo 6: 14-15 (NTV)

¡No lo quiero perdonar!
¡No se merece que lo perdone!
¡Me hizo tanto daño que nunca lo perdonaré!
¡Si no me pide perdón yo ni pensaré en hacerlo!
Son solo unos cuantos ejemplos de lo que esconde un corazón sumido en el rencor, sumergido en la amargura, atado al orgullo del que en algún momento dicen no podrán librarse de tal sentimiento.
¿POR QUÉ DEBEMOS PERDONAR?
Tal vez te han hecho tanto daño que dices: esto si que no lo tengo que perdonar, que lo perdone Dios porque yo no lo haré, pero debemos recordar que un hombre entregó su vida para el perdón de nuestros pecados y ¿quiénes somos nosotros para no hacerlo?... cuesta mucho perdonar a un violador, es difícil perdonar al asesino de un ser querido, decimos que es imposible perdonar a papá o mamá que nos abandonaron, quizás perdonar una traición nos suponga perder nuestra dignidad, y así podrías pasar toda tu vida creyendo ser feliz, pero con rencor acumulado que lo único que hace es causarte un daño interna y externamente. 
 Cuando no perdonamos a los demás negamos que todos tenemos algo en común: que todos somos pecadores y necesitamos el perdón de Dios, esto no quiere decir que el perdón de nuestros pecados sea el resultado de nuestro perdón a otros, pero está basado en nuestra comprensión de lo que significa ser perdonado.
Efesios 4:32 (NTV) nos dice lo siguiente:
Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.
En este versículo encontramos la ley del perdón que enseño Jesús. Dios nos perdona por su divina misericordia.
Ahora, muchas veces creemos haber perdonado, pero nuestras actitudes muestran lo contrario.
Mostrémonos y seamos como Cristo quiere que seamos, actuemos como verdaderos cristianos, sabiendo que ser cristianos es ser imitadores de Cristo, nuestra actitud, nuestros pensamientos y sobre todo nuestros sentimientos deben ser de amor y perdón.
Sabemos que no es fácil perdonar muchas cosas, pero estamos completamente seguros que el que está con nosotros es un Dios que escucha nuestras peticiones, y atiende a nuestro llamado, Dios es el único que puede sanar tu corazón, el único que puede cambiar tu tristeza en gozo y tu llanto en alegría.
Es fácil pedirle perdón a Dios, pero se nos hace difícil perdonar a otros. Cuando le pidamos a Dios que perdone nuestros pecados planteémonos una pregunta: ¿He perdonado a las personas que me han ofendido?

LIBÉRATE DE RENCORES Y VIVE GOZOSO EN EL SEÑOR.

 
Jacqueline Sandoval



martes, 14 de junio de 2016

ESCUCHA LA VOZ DE TU PADRE.
MÁS QUE OÍR DEBEMOS ESCUCHAR A DIOS

“Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él.”
Efesios 4:24 (TLA)

Hay muchas cosas que debemos aprender en nuestro caminar con el Señor Jesús, no podría mencionarles todas esas cosas que probablemente debamos aprender e iremos aprendiendo con Cristo, pero me tomo este tiempo para enumerarles estas cuatro cosas que nos serán muy útil para seguir llevando una vida placentera y gozosa con Dios.
Si bien es cierto un caminar en Cristo es una vida para valientes como nos dice Mateo 11:12 “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”
Pero, ¿qué cosas debemos tener en cuenta para ser uno de esos valientes que arrebataran el reino de los cielos? He aquí unos puntos breves de las cosas que debemos aprender o hemos aprendido para ser uno de esos valientes:

ESCUCHAR:

Juan 8:47 (TLA) “Los hijos de Dios escuchan con atención todo lo que Dios dice. Pero ustedes no le ponen atención porque no son sus hijos.”


Aunque las palabras oír y escuchar parezcan iguales y se crea que significan lo mismo déjame decirte que la realidad es otra y la verdad es que son tan parecidas que no le podríamos encontrar diferencia alguna, con esto no quiero decir que una sea más importante que la otra, lo que te quiero decir es que hay una de ellas de la cual tú eres el autor.
Todos tenemos la capacidad de poder oír (A menos que sea un sordo que por obvias razones no tendrá la misma capacidad que tú de poder escuchar) solo ellos podrían estar exentos de esta regla de Oír y Escuchar.
Ahora bien para poder explicar mejor esta diferencia te hare saber un corto significado de lo que es Oír: Percibir los sonidos a través del oído, es una acción involuntaria, si tienes la capacidad de oír, jamás podrás decidir dejar de hacerlo (A menos que te tapes los oídos) Escuchar: Es un acto intencionado o decisivo, se activan tus sentido (Mente, atención, comprensión, interpretación, etc.) Esta acción la puedes dejar de hacer cuando tú quieras.
Ejemplo: Estas en el salón de clase prestando atención a la maestra pues has decidido escuchar la clase de matemáticas y aprender lo que debes, los carros pasan cerca de tu escuela y puedes alcanzar a oír el pito de ellos, pero no les prestas atención porque estas escuchando a la maestra dar la clase de matemática.

Ahora bien de qué nos sirve comprender y entender estos términos, pues bien dice la palabra que las ovejas escuchan la voz de su pastor y le siguen Juan 10:27 (NTV)

Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco, y ellas me siguen.” Es muy importante saber escuchar la voz de Dios y poder estar seguros de que es él quien nos está hablando. Saber y poder escuchar la voz de Dios va a determinar muchas cosas en nuestro caminar con Dios. Puede determinar el inicio de nuestro crecimiento como también podrá determinar la fatalidad de un final terrible para nosotros.
Observemos la historia de Jonas, huyó durante mucho tiempo de lo que Dios le estaba diciendo, él estaba oyendo a Dios, más no le escuchaba pues no había determinado prestarle atención y atender a su llamado, al final terminó por cumplir lo que Dios le indicaba, sea cual sea la circunstancia, si hoy te niegas a escuchar la voz de Dios y te mantienes solo oyéndole, al final su palabra se cumplirá en ti pero tú decides justo ahora si quieres que sea a las malas (no es que Dios te vaya a maltratar, es un decir) o a las buenas, solo tú tienes la capacidad de decidir escuchar la voz de Dios y atender a ella.
Job 42:5 “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.” Si vemos este versículo en modo de escuchar a Dios, Job había oído hablar de Dios pero a través de su circunstancia puedo escuchar a Dios y conocerle realmente y a su vez atender a lo que le podía estar diciendo Dios a través de su problema.
Tu problema, situación o circunstancia no debe ser un impedimento para Escuchar la voz de Dios. Aprende a desarrollar tu oído no solo el físico sino también tu oído espiritual, Dios quiere hablarte pero no quiere que te quedes en solo oírle, él quiere le puedas escuchar y obedecerle en lo que te indique o que le creas a lo que te dice.
Si la palabra nos dice: No temas ni desmalles porque Yo Jehová tu Dios estaré contigo donde quiera que vayas. ¿Por qué razón entonces muchas veces tememos?
Pues he ahí la razón del porque es importante saber escuchar la voz de Dios, estar atentos a escuchar la voz de Dios nos exige tener un corazón sensible a la presencia de Dios y a su poder, nos demanda tener una vida de oración e intimidad constante con él, entre más sensible estemos a la presencia, más sensible estaremos a desarrollar nuestro oído espiritual y poder escuchar la voz de Dios.

Santiago 1:19 (TLA) “Mis queridos hermanos, pongan atención a esto que les voy a decir: todos deben estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse y hablar mucho.”

La biblia no nos dice algunos, tampoco nos dice solo los pastores o solo los lideres o solo los ancianos, la biblia nos indica que todos debemos estar dispuestos a escuchar, cuando habla de dispuesto habla de decisión pue digo nuevamente que el escuchar algo o alguien es una decisión que cada uno debe tomar de manera independiente, nadie te puede obligar a escuchar lo que no deseas escuchar.
Y el simple acto de tomar la decisión de escuchar a Dios ya sea hablándonos a través de su palabra, de nuestros líderes, de nuestros pastores, de nuestros padres, amigos incluso a veces usará a personas que ni tendrán mucha relación con nosotros para hacernos saber o darnos a conocer algo y debemos tomar la decisión de si escuchamos o no y esa acción te hará estar expuesto a muchas cosas.
Cuando escuchas la voz de Dios estás expuesto a lo siguiente:
  • Ser confrontado. La sola palabra de Dios te confronta por sí misma, inmediatamente decides escuchar a Dios, se hacedor de su palabra y no un simple oído el Espíritu santo te confrontara muchas veces a través de la palabra.
  • Podrás sentirte juzgado (a). Muchas veces tendemos a sentirnos juzgados por otros. Hace unos días escuche decir a un reconocido pastor: Si tienes una conciencia limpia ante algo que se te acusa, podrás dormir en paz pues no sentirás culpa de nada. Si tu líder te llama la atención ante algo que probablemente estés haciendo mal pero tú no te has detenido a observar o probablemente creas que no es para nada grave más no estás seguro (a) te sentirás juzgado (a), pero si tienes una conciencia tranquila y fundamentada en la palabra no tienes nada de que temer.
  • Te podrás enojar. Estarás expuesto al enojo porque probablemente lo que Dios te indique que debas hacer no te agrade o simplemente no te creas preparado para ello, pero Dios te ha dado una orden y si tu estas dispuesto a escucharle y has tomado tal decisión, pues debes obedecerle.

“Tus recordatorios son maravillosos. Por eso mi alma los ha observado”
Salmo 119:129

Dios no solamente está viéndote de lejos, él está observándote, observa todo lo que haces, escucha todo lo que piensas, puede ver todo lo que sientes, Dios TE AMA de tal manera que no te quiere dejar igual. Quiere que tu escuches su voz y le sigas, quiere seas transformado y consagrado para él.

Dios quiere que tus sentidos estén puestos en él primeramente y en las cosas del cielo antes que en las cosas del mundo su Espíritu Santo te anhela celosamente y desea que guardes tu corazón de todas las cosas que lo pueden contaminar, por ello te quiere guiar y para eso tú necesitas tomar la decisión de escuchar su voz y seguirle.

DIOS TE AMA, NO LO OLVIDES!

FABIOLA LEDEZMA

lunes, 6 de junio de 2016

Santidad y Testimonio.
Juan 17:14-16
14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

¿Qué es Santidad?
¿Qué es testimonio?

Muchas veces escuchamos a diario las siguientes expresiones:
¡Vive la vida que es una sola!  O ¡Eres dueño de tu vida, disfruta al máximo aun eres joven!
Incluso escuchamos a diario muchas canciones del mundo decirnos cosas como:
Voy a reír, voy a gozar, vivir mi vida la la la la… ¿Saben de quién es? Pecadores jajaja.
La pregunta es: Tienen estas expresiones algo de malo. ¿Si, no? Te incitan hacer algo malo en tu vida ¿Quizás?
En mi opinión ¡No¡ No lo hacen, pues no dicen nada más que recordarte que debes vivir tu vida al máximo.
Pero pregúntate: ¿Realmente la esencia de este mensaje es el que Dios quiere que recibas?
Leemos: 1 corintios 11:1
“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”

Pablo le decía al pueblo que lo imitaran a él porque él era imitador de Cristo.
Si Pablo les estaba diciendo eso es porque realmente era importante para él que ellos imitaran a Jesús en todo y eso iba a incluir llevar una vida en Santidad guardando su testimonio en todo tiempo.
Llevar una vida en santidad y guardar nuestro testimonio no es solo para agradar a Dios, tampoco tiene que ver solo con lo que hay en nuestro corazón lo cual solo Dios conoce, esto también es para ser de ejemplo a los incrédulos, porque hablaremos a otros mediante lo que ellos vean en nosotros y en nosotros ellos deben ver el reflejo del amor de Dios.
Mateo 7:16  “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?”
Juan quien escribo Mateo describe que nosotros debemos ser conocidos por nuestros frutos, acaso nuestros frutos solo será hacer discípulos, NO!
Nuestros frutos es todo lo que hacemos, lo que hablamos, como pensamos incluso nuestra manera de vestir dirá mucho que decir de nosotros y eso será un fruto por el cual vamos a ser conocidos.
Tenemos dos clases de áreas en nuestras vidas con las cuales debemos saber trabajar, la primera es aquellas que no son vigiladas ni observadas y la segunda es aquella que si son vigiladas y observadas muchas veces.
Hay áreas en tu vida que no son vigiladas por nadie únicamente es algo que solo tú y Dios vigilan como lo es tu oración, tu tiempo de lectura incluso tus ventanas de mensajes en el celular, o imbox en Facebook o correos electrónicos, eso es solo algo a lo que tú tienes acceso nadie más. Estas áreas son cartas abiertas única y exclusivamente para Dios. Solo tú y Dios y las pueden vigilar y pueden saber que tan mal estas o que tanto has progresado.

Más sin embargo hay otras áreas en las que eres carta abierta a todo el mundo como lo son tus redes sociales, tu círculo de amistades, tus fotos en Facebook, tu asistencia a las redes, ayunos, servicio etc. Esas áreas son las que están visibles ante la mirada de muchos espectadores tanto cristianos como no cristianos y es ahí donde tu vida, tu testimonio puede ser de mayor impacto a otros, ya sea de manera negativa o de manera positiva.
1 Corintios 15:33
“No erréis: las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”

La santidad
Debemos tener presente que la santidad se divide en dos elementos muy importantes. La santidad interna y la santidad externa
La santidad Interna: para tener Santidad Interna debemos tener presente que el Espíritu Santo forma un papel importante  en nuestras vidas, ya que él es el encargado de moldear nuestra manera de pensar, sentir y de actuar
Cuando antes no teníamos al espíritu santo en nuestras vidas nos creíamos autosuficientes, es decir, que podíamos resolver todo bajo nuestro propios esfuerzo, capacidad, o manera de actuar, pero ahora nuestro espíritu santificado nos permite tener comunión con Dios, buscar las cosas de Dios, dejarnos guiar por él, y tenemos esa convicción cuando no debemos hacer algo, y esto es cuando el espíritu nos redarguye
La palabra de Dios dice:
“De la abundancia del corazón, habla la boca” Lucas 6:45
Cuando el espíritu Santo, cambia nuestra mente, nuestro corazón, nuestro espíritu, todo ese cambio se ve reflejado en nuestra manera de actuar, por lo tanto hay que empezar desde adentro.
La santidad interna se basa más que nada en dos puntos importantes: Nuestros pensamientos y nuestra manera de actuar
  • Nuestros pensamientos: la palabra de Dios dice: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él, mana la vida.
Este versículo se refiere más que nada a cuidar nuestra mente, nuestros pensamientos
¿Cómo podemos cuidar nuestra mente?
Vivimos en un mundo en donde todo puede dañar nuestra mente y se nos hace difícil vivir una vida en santidad y con pensamientos agradables a Dios, esto es cierto, sin embargo no es imposible hacer la voluntad de Dios  
Simple y sencillamente es abstenerse de ver  y hablar cosas que no edifican tu vida, ya que esto ocasiona pensamientos negativos, que no edifican, que no te animan a seguir adelante
Uno de los mayores problemas que tienen las personas que no conocen de Dios es su manera de pensar hacia ellos mismos, piensan que no son capaces de nada, que no pueden cumplir sus metas, tienen una baja autoestima. Y es la principal causa de sus pensamientos.

Nuestra manera de actuar: Luego de cuidar nuestros pensamientos, nuestra manera de actuar es diferente, es por ello que primero debemos cuidar nuestros pensamientos para que éstos se vean reflejados en nuestra manera de actuar
Mateo 5:22 “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será reo ante el tribunal, y el que insulta a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que diga: “¡Necio! será expuesto al lago de fuego.”
Muchas veces nos dejamos llevar por el enojo y llegamos a decir cosas hirientes a nuestros amigos, compañeros, familiares, o a cualquier persona, y luego nos arrepentimos de ello
Cuando decidimos entrar en los caminos de Dios, todo eso cambia, Dios trae paz, paciencia, gozo a nuestras vidas de una manera extraordinaria
  • Si antes vivías estresado todo el tiempo y sentías que todo lo que te proponías no podías lograrlo, ahora Dios trae paz a tu vida y te dice que dejes todas tus cargas a él, recuerda que: Romanos 5:1-2  “Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Entrada por la fe a esta.”
  • Si antes vivías afligido todo el tiempo por las personas que te hacían daño, o porque simple y sencillamente todo iba de mal en peor, ahora Dios te llena de gozo, dice la palabra de Dios: Salmos 45:7 “Has amado la justicia y odiado la maldad. Por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.”
Si quieres reflejar verdaderos cambios en tu vida, inicia por adentro, hay que dejarnos cambiar por el espíritu santo y dejar que nuestra manera de actuar ante los demás, hable por si sola
Santidad Externa: Nosotros como Jóvenes estamos expuestos a muchas tentaciones que el mundo nos ofrece, pero como ya hemos sido transformados por el espíritu santo, todas esas tentaciones no pueden influir en nuestras vidas
Cada vez que se menciona la palabra santidad, quizás de pequeños la relacionábamos con algún sacerdote, una iglesia, algún santo, túnicas, etc. etc… Hoy en día el mundo la relaciona con vivir una vida “aburrida”, sin diversión, sin alegría, y sin muchas otras cosas más, lo que para ellos son “placeres de la vida”
Cada vez que una persona de el mundo sabe que somos cristianos, lo relacionan inmediatamente con una manera de vestir tipo “monja” lo cual no es así, pero tampoco está muy alejado de la realidad , ya que nosotros como cristianos hasta en nuestra manera de vestir, reflejamos santidad y una diferencia notable en nuestras vidas, dejando saber que: Estamos en el mundo, mas no somos parte de él, por lo tanto somos diferentes y lo hacemos notar, para contagiar a otras personas
OJO! Con esto no trato de decir que debemos vestir con túnicas hasta los pies, sin enseñar ni un pedazo de piel, es algo que debemos cuidar como cristianos
Mujeres, nuestra manera de vestir debe ser adecuada y para agradar a Dios, no al hombre, con tu manera de vestir glorificas a Dios
Tenemos que ser cuidadosas, ya que podemos ser piedra de tropiezo para muchos hombres
“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad”. 1 Timoteo 2. 9-10.
Con modestia, sin tener que enseñar...
Al igual que los hombres, hoy en día hay muchas modas para hombres que a veces tratan de aparentar algo que en realidad no es de un hombre de Dios
En el momento que tú te vistes, debes reflejar la persona que en realidad eres, sin aparentar, debemos reflejar el cambio que Dios ha hecho en nuestras vidas
La santidad externa no solamente se basa en la manera de agradar a Dios con nuestra vestimenta , también tiene que ver con cuidar el templo, nuestro cuerpo, comer saludable, mantenernos activos haciendo ejercicios y cuidar mucho de nuestra salud .Así como cuidamos el templo , honramos a Dios.
La santidad interna y externa va ligada de la integridad, la palabra de Dios dice:
¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra. Salmos 119:9
El termino de integridad, en la biblia muchas veces se refería a los animales que le ofrecían a JAH, tenían que estar sanos y sin defectos, y si los entregaban enfermos, cojos o ciegos, Dios los castigaba.
Así debemos ser nosotros, personas integras, sin defectos, sin mancha, Dios quiere que seamos íntegros delante de él. Reconociendo que no podemos ser íntegros sin santidad
Que tu santidad externa refleje tu relación con Dios, que el espíritu santo esta en tu vida y tu manera de pensar y actuar!  
Recuerda Siempre:
  • Guarda tus conversaciones cuando nadie te ve, ten cuidado de lo que chateas con otros y de lo que les permites a otros que chateen contigo.
  • No te engañes creyendo que algo no te puede afectar cuando eres vulnerable y el enemigo anda como león buscando devorarte.
  • Apártate de las tentaciones de tu vida, no te creas súper héroe y huye de ellas.
  • Tus páginas de Facebook, Instagram o cualquier red social es una carta abierta para cada uno de tus contactos, tú decides si quieres que te vean como un Cristiano más que dice ser Cristiano tan solo porque sirve y va a la iglesia o si realmente harás una gran diferencia utilizando estos elementos para que otros conozcan a Cristo a través de ti.
  • Tu testimonio no es solo tu vida con Dios, tu santidad no es solo guardarte de lo malo. Tu testimonio y santidad es todo en tu vida son esas áreas que son supervisadas y también aquellas que no lo son, no te engañes creyendo que Dios te ama tal y como eres y que así te quedaras, Si, ÉL TE AMA TAL COMO ERES, pero no te quiere dejar así, cambia tu vida y esfuérzate realmente por llevar una vida de santidad y un testimonio que sirva de ejemplo y cambie la vida de otros.

Si estas en cristo tú decides como puedes impactar la vida de otras personas, tú debes hacer la diferencia porque Dios te hizo diferente.