lunes, 30 de mayo de 2016

¿Quieres ser amigo de Dios?



¿Quieres ser Amigo de Dios?

Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida” (Romanos 5:10)

Dios no solo desea tener una relación con nosotros como: nuestro padre, nuestro creador, el Señor y mucho más, Dios anhela ser nuestro amigo, mejor dicho nuestro mejor amigo.

Un ejemplo ideal para comenzar sería la relación que Dios tenía en el jardín del Edén, allí vemos una relación íntima de Dios con Adán y Eva, no habían rituales, ni ceremonias, ni religión, ni fiestas, ni tardes de té, ni sorpresas simplemente había una relación sencilla y cariñosa entre Dios y las personas que él había creado.

Cuando Dios nos creó nos hizo para vivir continuamente y apasionados por su presencia. Pocos hombres fueron llamados amigos de Dios como lo fue: Moisés y Abraham y pocos tenían una íntima relación con él como lo fue Job, Enoc, y Noé, y como fue el caso de David un hombre conforme al corazón de Dios.

La amistad con Dios solo es posible por su gracia y el sacrificio de Jesús. Dios tiene un anhelo intenso de que lo conozcamos íntimamente. En efecto, planificó el universo y estructuro la historia incluyendo los detalles de nuestra
vida para que pudiésemos ser amigos suyos. << Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor >> 1Corintios 1:9

¿Cómo podemos conversar con Dios? Podemos ser mejores amigo de Dios teniendo una conversación constante con él, y no solo es posible tener una relación estrecha con Dios si solo vamos a la iglesia una vez a la semana, si somos espectadores, ni tampoco si tenemos un rato a solas con Dios. La amistad con Dios se cultiva es decir es un proceso en donde compartimos con él todas nuestras vivencias.

Es necesario conocer que para tener una relación íntima con Dios, debemos ser jugadores dentro de la cancha. Ejemplo: antes de jugar fútbol, nos debemos preparar, entrenar y dar lo mejor de nosotros dentro de la cancha, así mismo sucede con nuestra relación con Dios, debemos prepararnos, entrenarnos y luego salir a dar lo mejor de nosotros y no quedarnos a “calentar la banca”.

Un rato a solas con Dios; él quiere ser más que una cita apartada en nuestra agenda, quiere ser el centro de nuestras conversaciones, en cada una de nuestras actividades, incluso en nuestros problemas y hasta en cada uno de nuestros pensamientos, en esto se basa aquel versículo que dice “oren sin cesar”.
Como lo dijo un escritor La clave de la amistad con Dios, no es cambiar lo que uno hace, sino cambiar la actitud de uno al hacerlo. Es decir que
lo que normalmente haces para ti, comienza hacerlo para Dios.

De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios. Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros.Hechos 17: 26-27

Si eres principiante no te preocupes todos los fuimos en algún momento, y si no sabes cómo mantener a Dios en cada momento pues has algo sencillo, crea recordatorios o pequeñas frases que te ayuden, en este caso las llamaremos “oraciones de aliento” ejemplo: Tú estás conmigo”, “Quiero conocerte”, Ayúdame a confiar en Ti”, “Acepto tu gracia y tu perdón”, “Enséñame a Amarte o apréndete versículos cortos.

Practicar o entrenarse para la presencia de Dios es una destreza, un hábito que se puede desarrollar, es como los músicos practican escalas todos los días para tocar melodías hermosas. Conocer y amar a Dios es nuestro gran privilegio; ser conocido y amado por él es su mayor placer.

Recuerda algo muy importante NO IMPORTA quién eres o quien fuiste, Dios envió a su único hijo para que muriera por nosotros y nos limpiara de todos nuestros pecados, para así poder tener una relación íntima con él.

Dejémonos llevar por su amor y su presencia y así nos acercaremos más a él. Como en cualquiera amistad, debemos trabajar para desarrollar la nuestra con Dios, ella no se da por casualidad. Requiere voluntad, tiempo y energía.

Si deseas un vínculo más estrecho con él, necesitas ser 100% sincero, decirle todos tus sentimientos, creer en lo que le pidas, aprender a interesarte por él, y desear su amistad más que ninguna otra.

Te pongo de ejemplo, todos tenemos amigos en la tierra y tenemos unos que los llamamos mejores amigos y hacemos lo posible para agradarles y que nos quieran como hermanos, le damos todo lo que nos piden, los complacemos, incluso solemos tenerlos como un ídolo, hasta creo que le prestamos más atención a ellos que a lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas.

Solo paso a decirte recuerda que Dios es un Dios celoso, y quiere que todo tu tiempo sea invertido y dedicado a él, así mismo como haces todo lo posible para agradarle y tener una relación íntima con tu mejor amigo, has lo mismo e incluso hazlo mejor para Dios.

Recuerda los puntos importantes:

· Debes ser sincero con Dios

·Debes obedecer a Dios en Fe

·Debes valorar lo que Dios valora

·Debes desear la amistad con Dios más que nada

Como se dijo anterior debes cultivar una relación con Dios, ya que esa relación durara para siempre. Recuerda que estar cerca de Dios es decisión
tuya.
“Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” Santiago 4:8

Ictiana L. Vega S.

lunes, 23 de mayo de 2016

Desánimo



Desánimo

¿Cómo puedes vencer el desánimo?




Todos, sin excepción, nos desanimamos cuando tenemos un plan y fracasa, una esperanza sobre algo o alguien y no se hace realidad, una meta que no podemos alcanzar. Cuando las cosas no salen de la manera que deseamos, caemos en el desánimo.


Además nos sentimos, defraudados, confundidos y decepcionados con nosotros mismos cayendo en una frase depresiva que a veces nos negamos a aceptar y pelear en su contra.

Lo primero que debes tomar en cuenta es esto:

Nuestra mente es la mayor causa, es decir, la responsable de nuestros continuos desánimos, es por ello que debemos hacer algo por ella, de manera que no controle nuestro estado de ánimo 
(Proverbio 4:23) Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. Este texto está escrito originalmente en el vocablo hebreo leb, que se traduce como: <<corazón, mente, en medio de>>, lo podemos ver en TLA (Traducción al Lenguaje Actual) en donde también habla de “mente” en lugar de “corazón”. Esto nos quiere decir que debemos cuidar nuestros pensamientos, pensamientos agradables delante de Dios, pensamientos positivos en medio de una prueba, aunque todo vaya mal, aunque las personas y el mundo digan que no lo podrás hacer, tú eres el único que puedes animarte y seguir adelante. Ten presente siempre: “Nunca vas avanzar si sigues viéndote como un fracasado”



-          Aceptar la realidad del desánimo: El mismo Salmista dijo: “¿Por qué te abates, oh alma mía y te turbas dentro de mí?”(Salmos 42:5). Adáptate y acepta la realidad, sin permitir que afecte tus pensamientos o emociones.

-          Reconocer que Dios te ayudará: Cree que él es el único que ha ayudado a muchos a vencer los efectos y resultados del desánimo.

-          Declara lo que no es, como si lo fuese: Habacuc nos enseña que cuando todo estaba perdido, declaró: “Me gozaré en el Dios de mi salvación” y añadió “Jehová el Señor es mi fortaleza” (Habacuc 3:18). Aunque tu situación no sea la mejor, debes tener fe en que Dios te ayudará a superar todo obstáculo.



Cuando aprendes a controlar tu mente ante cualquier situación, podrás controlar tu estado de ánimo, y no permitirás que el enemigo entre en tu vida, todo esto va ligado a una vida conforme a la voluntad de Dios.



Lee y medita en la palabra:

-          No desmayes delante de ellos, porqué Jehová tu Dios está en medio de ti. Dios grande y temible. (Deut. 7:21)


-          La bendición  de Jehová es la que enriquece, y no trae tristeza con ella. (Prov. 10:22)


-          Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.  (Deut. 31:6)





-          Pero yo os alentaría con mis palabras. y la consolación de mis labios apaciguará vuestro dolor. (Job. 16:5)


-          El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende. (Salmo 34:7)





No permitas que el desánimo te robe el gozo del Señor, porque su plan es restaurar y sanar las heridas que dejan las desilusiones  y fracasos que trae el desánimo.



Hellen Núñez

lunes, 16 de mayo de 2016

La oración

La oración







La oración es hablar, conversar, dialogar con Dios. Un diálogo tiene emisor y receptor. Cuando tu envías el mensaje, tú eres el emisor; pero cuando Dios habla tu eres el receptor.
En la oración tenemos que aprender ser los dos papeles (emisor y receptor).
En numerosas ocasiones somos buenos habladores y no tan buenos oidores y viceversa.
Empecemos por el emisor. ¿Cuál es la función principal del emisor? Por supuesto enviar correctamente el contenido o el mensaje, de manera que el receptor lo entienda. Afortunadamente, Dios ve nuestro corazones, nuestras mentes;  siendo capaz de entender lo que queremos decir aun cuando no lo expresemos correctamente. Ahora bien, esto no quiere decir que no debemos esforzarnos para mejorar y transmitir el mensaje preciso de manera impecable.

La palabra de Dios nos indica:
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración EFICAZ del justo puede mucho.”

Santiago 5:16

<<la oración eficaz del justo puede mucho>> Frase típica que los creyentes repetimos en diversas ocasiones e incluso en nuestra oraciones conocer el verdadero significado. ¡Qué paradójico!


¿Qué es una oración eficaz?

Eficaz, según la RAE, capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera.
Sí, unimos ambas definiciones, podríamos concluir que una oración eficaz es un diálogo con Dios en donde se obtienen los resultados deseados o esperados.
No hay mayor ejemplo de la oración eficaz de un justo, que la que nos enseña el mismo Jesús. En mateo 6 Jesús le enseña a sus discípulos a orar:

1.    La intención del corazón.

Jesús les enseña:Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.” V. 5.

La intención con la que ores es muy importante. Jesús les decía si tu intención es que los demás te vean para que piensen que eres el mejor siervo, entonces estás equivocado, tu oración de salida no es eficaz.

2.    Sinceridad.

Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. V.7

En otras palabras, no pienses que entre más labia, más te escuchará el Señor. Dios prefiere la sinceridad, de la misma manera en que David se dirigía a Él. David siempre le expresa sus miedos, sus deseos, sus más íntimos pensamientos, sus tristezas y por último reconocía la verdad (lo que dice la palabra de Dios). No tengas temor de ser juzgado o rechazado por Dios, Él está dispuesto a escuchar tus más íntimos secretos.

3.    Reconócelo.

Reconoce siempre con tu mente, con todas tus fuerzas, tu corazón, con todos tus sentidos y tu ser, quién es Dios. Él es omnipotente, omnisciente, omnipresente, soberano, todo lo conoce, no hay nada imposible para Él.

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.v.9


Reconoce que es mejor su voluntad que la tuya. Si el conoce el futuro y te conoce perfectamente; quién mejor que Él para determinar que nos conviene. Anhela su voluntad por encima de la tuya.


Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.v.10



Reconoce que Él es el único que puede suplir tus necesidades, y el único que las conoce perfectamente. Él es tan preciso nada se le escapa. Cuando lo reconoces, sabes que a Él es el único a quien puede pedirle alimento, vestido, morada.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.v.11

Reconoce que eres un pecador, confiesa tus pecados e incluso da frutos dignos de arrepentimiento. Muestra un arrepentimiento genuino, recuerda que Él no puede ser burlado, es omnisciente.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.v.11
 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento”
Mateo 3:8
3.    Perdona.


Presentarse ante Dios con un corazón limpio de rencores es igual a buenos resultados en la oración, es decir, eficaz.


Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.v.14,15.

Por último una oración eficaz es aquella que se realiza con fervor, con entusiasmo, ánimo. Nunca pierdas el ánimo! No desistas en tu oración.

“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.”
Santiago 5:17-18

Por: Gerassy Miranda